el fútbol.
no se explica, se lleva dentro. una pasión que logra reunir a millones de personas para compartir este sentimiento por un equipo, mueve masas, grandes masas. y es que no se puede negar que es increíblemente divertido salir un domingo en la tarde para el estadio con los amigos tomando cerveza, sin importar el triunfo o el fracaso del equipo lo que importa es lo que se vive, esa euforia que se contagia intensamente entre los espectadores, esa PASIÓN.
pero detrás de esas risas, cantos, silbidos, detrás de ese sentimiento, hay un gran monstruo escondido. un imperio capitalista, manipulador y despiadado que utiliza las mejores estrategias para atraer al consumidor, logrando controlar las mentes sin permitir que puedan ocuparse de asuntos verdaderamente importantes, gastando sus energías y fuerzas en acabar con la hinchada contrincante que es el mismo pueblo ciego y oprimido.
lo que quiero decir no es que se deje a un lado el fútbol, ni mucho menos dejar de asistir al estadio, solo que no se haga de esto un fanatismo estúpido que mientras todos están en las calles con las camisas de sus equipos peleando a sangre y fuego, los grandes estrategas del fútbol están en sus mansiones bebiendo whisky en las rocas, derrochando el dinero que les patrocinamos en lujos y comodidades.
el fútbol no se puede convertir en el opio del pueblo, debe hacer parte de nuestra vida pero NO ser nuestra vida. el fútbol es diversión, alegría y sobre todo PASIÓN...
el gran error fue permitir que unos cuantos lo compraran e hicieran de él una empresa sin escrúpulos que solo quiere nuestro dinero, nos tratan como basura y nos exprimen cada mínimo centavo que podamos ofrecerles, nos lo quitaron todo o mas bien, se lo entregamos ciegamente, hacemos parte de su sistema imperial.les vendimos nuestro espíritu...
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