jueves, 6 de marzo de 2008

Relato de un joven que se niega a participar del ejercito, reclutado ilegalmente en Barranca

Hoy quiero hacer un relato sobre la forma irregular de reclutamiento forzado que esta perpetuando el ejercito de Barrancabermeja a todos los jóvenes de esta ciudad, que el día domingo 3 de febrero del 2008 me toco vivir.

Todo empezó como a las siete de la noche cuando mi madre me llamo a mi trabajo y me dijo que tuviera cuidado que estaban reclutando de nuevo; que hacia unos minutos había pasado un camión con un poco de jóvenes y que uno de ellos se salto del camión para escapar pero los soldados lo alcanzaron, lo golpearon e insultaron, que lo montaron al camión casi inconsciente. Entonces yo le dije a mi madre que no se preocupara que yo salía a las nueve y me iba derecho para la casa, cuando termine mis labores me vine en mi cicla. Cuando llevaba unos veinte minutos de recorrido se me atravesaron unas motos que casi me hacen caer contra el pavimento e inmediatamente me pidieron la libreta militar entonces yo les dije que no la tenia. Que no había tenido el dinero para comprarla y que en el momento yo estaba estudiando, me preguntaron que donde? y les dije que en el SENA de Barrancabermeja ellos respondieron que eso no valía, que si yo estuviera estudiando en una universidad todavía, pero en el SENA valía mierda, que me montara a la moto, yo les dije que no, que yo venia cansado del trabajo y que al día siguiente tenia que estudiar a las seis de la mañana ellos respondieron que eso a ellos no les importaba que me subiera o me subían, al momento se acerco un cabo y saco unas esposas del bolsillo dijo que me amarraran a la moto y me subieran, entonces yo les respondí que por que me iban a marrar de la moto si yo no era un delincuente. "Lo que pasa es que ustedes me quieren llevar contra mi voluntad" Les dije. y que además ellos estaban ahí para protegernos no para agredirnos, el cabo solo dijo súbanlo súbanlo; que todas las motos deben llevar uno y así me cogieron entre dos me montaron, el cabo les dijo si se baja alcáncelo y enciéndalo a pata y nos fuimos a recorrer la ciudad en busca de mas jóvenes para reclutar; en todas las partes donde veían un joven paraban y el que no tenia libreta lo obligaban a montarse observe dos casos que me parecieron muy injustos uno fue que llegaron a la casa de un joven y lo sacaron a sabiendas que el les dijo que estaba solo con la abuela que la cuidaba, el otro fue cuando llegaron a una cancha donde jóvenes jugaban futbol, y los radiaron y se llevaron varios a las malas, de ahí nos dirigimos al barrio el Boston donde queda una base, allí llegamos y nos encerraron el un cuartico pequeño que uno no podía casi respirar y nos advirtieron que si intentábamos escapar nos encendían a plomo pasamos la noche allí como a las seis nos despertaron y nos sacaron para afuera; después llegaron las madres de algunos compañeros entre esas la mía que me trajo el carnet del SENA y me dijo que hablara con el sargento para ver si me dejaban ir, pero a ella no la dejaban entrar, el sargento me dijo que el ya no podía hacer nada que ya nos tenían reportados, como a las ocho de mañana llego un camión y nos embarcaron para la base del quemadero; allá también nos encerraron en un cuarto. mi madre también llego ahí pero le dijeron muy groseramente que ahí no habían traído a nadie; nos negaban, después de un rato nos montaron a otro camión y nos llevaron hacia el Centro, allá llegamos y nos sentaron en el piso y nos pusieron varios dragonientes al lado para vigilarnos, allá se escuchaban diferentes formas como los habían reclutado muchos decíamos que no queríamos prestar el servicio militar y solo se reían y nos decían que de ahí salíamos para el monte a bolear plomo muchos, decíamos que no nos gustaba nada de eso que no sabíamos matar ni queríamos aprender ellos solo decían cuando estén en el monte miran haber ni disparan, allí nos tuvieron como hasta las dos de la tarde después nos pararon al sol un rato y nos dijeron que nos iban a dar almuerzo, pero cual almuerzo dos cucharadas de arroz quemado y una agua con azúcar a sabiendas de que muchos no habían ni desayunado. Después nos pararon y nos sentaron el mismo lugar y si queríamos ir al baño teníamos que ir acompañados por soldados, allí se veía de todo pelaos suplicando que los dejaran ir, otros llorando, las madres preguntando en las puertas también llorando y se los negaban, no importaban los argumentos que si el hijo veía por padres, si estudiaba, si eran hijos únicos, si eran desplazados etc. no importaba, ellos solo decían hay que servirle a la patria y se reían de todos nosotros. Nos decían que si era que éramos mujercitas. Así trascurrieron las cosas hasta como las cinco de la tarde.

Después nos toco la entrevista con la psicóloga y empezaron a pasar uno por uno a los de Barranca los dejaron por ultimo cuando me toco mi turno yo ya tenia bien claro que decir por que había hablado con varias personas que me habían explicado que eso era irregular, que si yo estaba allí por la fuerza eso era como un secuestro, cuando me senté con la psicóloga lo primero que hice fue mostrarle la carta de desplazamiento forzado y mi carnet estudiantil le dije que a mi me habían dicho que uno tenia excepciones en esos casos y que a mi no me interesaba empuñarle un arma ni al ejercito ni a la guerrilla ni paramilitares que yo era capaz de matar a otro ser humano solo por tener pensamientos diferentes o los míos.

Es importante resaltar el apoyo brindado por un colectivo de jóvenes Quinto mandamiento que estuvieron visitándome dándome asesoría y acompañamiento y de la red juvenil de Medellín que estuvieron muy pendientes de mi vía telefónica asesorándome y motivándome emocionalmente que considero que fue fundamental; por que allá lo llenan de miedo a uno y uno no sabe que hacer.



GABRIEL ADRIAN OROZCO SUAREZ
CC 13. 570. 113

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