miércoles, 30 de enero de 2008
DEBIL DESARROLLO DEL ANARQUISMO EN COLOMBIA
CUATRO DE LAS RAZONES QUE PUEDEN EXPLICAR EL DEBIL DESARROLLO DEL MOVIMIENTO ANARQUISTA EN COLOMBIA
El Anarquismo ha sido y será la teoría político-social más temida, ignorada y malentendida de toda la historia de la humanidad; porque en ésta podemos apreciar – los que nos hemos llegado a interesar por el tema, a tal punto de hacer analogías con otras teorías –, la abolición de una dependencia que acarrea en opresión y otras perversas manifestaciones. Muchos detractores de esta corriente, muchas veces llevados por una emoción instantánea, han incurrido en un comprensible error argumentando que la anarquía como práctica es tan sólo una utopía. Desde el punto de vista de aquel acusador, la utopía es cierta debido a que él no conoce sino lo que sus sentidos se han acostumbrado a percibir, es decir, lo que el sistema impuesto le ha ofrecido; sin embargo, cabe agregar que muchos de los pocos que están de acuerdo – y los que defienden a capa y espada el estado o la república –, conocen que cuando se habla de anarquismo se está aludiendo a un foco social donde todo lo establecido pasa a ser obsoleto y una nueva noción, un nuevo momento surge para ofrecer – no a una gran masa de personas como las que suele manipular y confundir el sistema –, sino a un grupo ordenado de individuos con puntos de coincidencia para entrar en una etapa de liberación e independencia de los componentes que son controlados por el régimen.
Así que como el anarquismo es mal mirado y temido por el sistema impuesto, otras manifestaciones teóricas toman partida en el asunto y se valen de su reposo para sacar propios beneficios. Ésta es una de las razones que junto con otras tratan de encontrar, algunas unidades simpatizantes a la forma libertaria, varios argumentos sólidos para referirse a lo que pasa con el anarquismo en Colombia.
En primer lugar tenemos la falta de líderes obreros cuya simpatía por la anarquía sea algo más que una simple identificación emotiva y momentánea. Es por medio de los trabajadores, que el descontento por los abusos de la opresión sea más tenida en cuanta por los propios generadores, conscientes o inconscientes, de desigualdades e injusticias. La militancia de obreros ha hecho que los movimientos anarquistas, a través de su historia, hayan sido los verdaderos protagonistas de una insatisfacción social, que los han llevado a actuar de diferentes maneras. En Colombia no existen dichos lideres anarquistas, es decir, no hay tan siquiera un sólo hombre proletario o mujer trabajadora que bajo el estandarte de la anarquía, se proclame como representante de las líneas políticas y filosóficas que para dicho pensamiento se deba representar de manera digna, con un ejemplo práctico y no conceptual. Esto es debido al desconocimiento de la ideología por parte, paradójicamente, de los mismos manifestantes, que salen a la calle para marchar, tirar piedras y protestar como protestan los antagónicos que por no tener el poder en sus manos, utilizan muchas artimañas para llegar a tenerlo.
El segundo motivo es la nutrida “militancia” por parte de teóricos e intelectuales, que por conocer algo del pensamiento anarquista, se muestran aparentemente identificados con éste; pero que al final no son de total entereza frente a sus propios razonamientos y decaen, ya débiles, frente a otros pensadores que representan otras doctrinas. Es decir, estos teóricos o intelectuales, tarde o temprano sucumben ante sí mismos o ante otros, siendo una causa más de la debilidad del movimiento. Así que entre más existan de estos pensadores, el movimiento será débil por falta de hombres pragmáticos. La anarquía es algo que prefiere andar alejada de los conceptos y teorías. Estas ideas pasaran hacer parte del aire que dejamos de respirar, llevándose consigo nuestro aliento.
La tercera atribución es la perjudicial influencia y dependencia de otras ideologías, que contraria a la noción libertaria que maneja el anarquismo, contradice el anhelo de una autonomía por parte del individuo. Los eternos enemigos del anarquismo, los de la izquierda y en este caso de una armada, han pasado por encima de manera irrespetuosa, violando el principal pilar del pensamiento ácrata: la libertad, privando de ésta a muchas personas que por su inconsciencia han servido al otro opresor, que es el estado. Y más extraño es para los anarquistas, ver a una guerrilla comunista como el ELN, con la bandera roja y negra a la sombra de los comunistas autoritarios de las FARC, siendo eso una de las razones por las cuales los pocos anarquistas que hay en Colombia han tenido que llegar a pactar relación con la extrema derecha para defenderse de sus históricos adversarios. Existen anarquistas que por obvias razones deben permanecer ocultos de sus eternos discrepantes, y llegan a afirmar que hay más libertad en el capitalismo, así sea ésta una libertad alienante. Esto quiere decir que el anarquismo en Colombia se convirtió en servil a otras formas ligeras de opresión, como la socialdemocracia.
Y la cuarta circunstancia – aunque no la última – es la poca difusión de la filosofía anarquista como una consecuente alternativa social por parte de quienes de alguna manera nos vemos implicados con este planteamiento. Sin duda esa poca fluidez es obligada a las probables retaliaciones que tanto el estado como la “oposición”, pueden arremeter contra quienes simpatizamos abierta y profundamente con los conceptos y prácticas libertarias. Cuando algunos barnices libertarios llegaron a tierras suramericanas, éstos tuvieron una buena acogida en el socialismo utópico traído por Owen, Cabet y Flora Tristán; pero éstos planteamientos se encuentran más identificados con el marxismo-leninismo que con las ideas libertarias de Proudhon o de Kropotkin. Aunque esto no demuestra del por qué el débil desarrollo del movimiento en Colombia, sirve al menos para especular que el pensamiento ácrata llegó de forma incompleta, al azar o con pocas intensiones de ser acogido por los nativos de manera acertada, que por en su afán y angustia de salir del estado de opresión de ese entonces, les llevó a favorecer al socialismo y comunismo para sentirse identificados con éstos y pelear en su nombre.
Entorno al anarquismo pueden surgir muchas otras consideraciones, la mayoría, quizás, llegan a ser vituperaciones por parte, ya sean de ignorantes que al ser engañados por los sentidos al ver a un muchacho con los cabellos parados de color rojo, con chaqueta de cuero y con una A encerrada en un circulo estampada detrás de ésta, fumando marihuana al entrar a un concierto patrocinado por el gobierno, y que luego, terminado dicho espectáculo, se va el joven con sus amigos a rayar las paredes pintando una A; llegan a creer, que esa manifestación – algo llamativa –, es anarquía. Y por el régimen que sabiendo qué es eso del anarquismo, actúa de manera tal que hace ver a ésta corriente como la más salvaje de las sociedades, siendo lo contrario.
Fermétedes.
www.anarcol.tk
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